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La Tecnología Como Cambio de las Organizaciones Futuras.


Para buscar los nuevos caminos para la nueva organización del futuro es necesario nombrar la gran causante de esta, la tecnología. Dicha tecnología es adaptada a nuestra sociedad con una gran variedad de cambios que afectarán tanto positivamente o negativamente a nuestra llamada sociedad del conocimiento, debido principalemente a las Web 2.0 que son las comunidades web, los servicios web, las aplicaciones Web, los servicios de red social, los servicios de alojamiento de videos, las wikis, blogs, mashups y folcsonomías. Un sitio Web 2.0 permite a sus usuarios interactuar con otros usuarios o cambiar contenido del sitio web, en contraste a sitios web no-interactivos donde los usuarios se limitan a la visualización pasiva de información que se les proporciona. Esto traera consigo grandes consecuencias a las organizaciones educativas del momento que voy a comentar para ver que realmente todo esto significa un avance en nuestra sociedad del futuro.

Las consecuencias que ha tenido la tecnología en las organizaciones educativas han cambiado nuestra forma de entender y organizar ésta. El reto que supone la tecnologización en nuestra sociedad, exige de los centros educativos y. sobre todo, de las personas unos modelos de organización que permitan hacer frente a las nuevas demandas educativas. La manera de entender el cambio en la organización de los centros pasa entre otros muchos aspectos, por la apertura a la comunidad y a los movimientos sociales, se deberán establecer nuevos canales de diálogos y participación; será preciso incorporar la tecnología suficiente que facilite la gestión y el desarrollo de determinadas tareas; el reparto de las responsabilidades, la comunicación interna y la gestión democrática será piezas clave de toda la organización educativa, así como el desarrollo de la capacidad de anticipación y de proyección de futuro permitirá contemplar la diversidad cultural y social tanto como la pluralidad de los grupos y personas. Lo que está claro es que la tecnología tendrá implicaciones que supondrán beneficios para muchas personas a la hora de ahorrar tiempo y esfuerzo.
Sin duda alguna, nuestra sociedad en su labor productiva emplea cada vez con mayor profusión las nuevas tecnologías para la información y la comunicación. Esta implementación no se produce de forma uniforme y por igual para todas las capas sociales, económicas o regionales del planeta. Así, este hecho plantea nuevos retos sociales, especialmente éticos y políticos, y consecuentemente nuevas alternativas educativas. Esto es debido a que la información se sitúa en el centro de la vida productiva, como en otra época lo fuera la energía, convirtiéndose en un recurso estratégico. Este cambio plantea un cambio o innovación educativa, promueve la acción de estrategias pedagógicas alternativas para conseguir que la educación y los centros educativos sean verdaderos agentes culturales y produzcan una labor significativa, frente a otros centros de producción y comunicación de la cultura en la sociedad de la información. La implantación de cualquier tecnología en nuestra organización deberá tener en cuenta las peculiaridades de la organización, el sistema de comunicación y relaciones y las características de los usuarios que las utilizarán.


EDUCANDO PARA EL SABER:
Sobre este tema vamos a poner de manifiesto como la asignatura de educación para la ciudadanía está al servicio del sistema educativo así como sus posibles efectos negativos en nuestro país como los antecedentes culturales y políticos en los últimos años y sobre todo el cambio futuro de esta asignatura. Pienso que es interesante saber estos datos, dado que son problemas actuales que nuestro sistema esta acarreando y marcando un hito en nuestra historia y cultura.
La asignatura Educación para la Ciudadanía pretende evitar que los actuales efectos negativos de una secular ausencia de cultura democrática en España se sigan perpetuando. La crispación como estrategia en la lucha por el poder es un tipo de violencia heredada de un siglo y medio de guerras civiles y hunde sus raíces en ocho siglos de guerras de religión contra musulmanes y judíos patrios, turcos y protestantes europeos, con todo el fanatismo, intolerancia y afán exterminador que acarrearon y que han marcado el inconsciente colectivo de un gran sector del país. Nuestro régimen anterior fue una larga dictadura represora, nacida de una guerra de exterminio de los demócratas, que educó a dos generaciones en un "espíritu nacional" sectario y dogmático, basado en los más rancios tópicos antiliberales y antidemocráticos y plagados de mentiras históricas. Tan mala educación era, a su vez, fruto de esa vieja mentalidad intolerante y de una supina ignorancia de la verdadera historia española, convertida en una perenne lucha entre el bien (las derechas) y el mal (las izquierdas).
Con esos antecedentes no extraña el bajísimo nivel de cultura política tras 30 años de democracia formal y el desconocimiento de su origen histórico. Abundan los ejemplos diarios: los índices de participación electoral; los no sabe, no contesta de las encuestas; la inopia de periodistas jóvenes en materias juridicopolíticas; los ni idea ante preguntas de historia en los concursos televisivos; el lenguaje insultante y soez de los blogs de la derecha; los pateos y broncas de ciertos parlamentarios bien conocidos. Los valores constitucionales de respeto a la libertad, al consenso y al pluralismo no son vividos por muchas personas. Según una encuesta oficial, el 40% no cree que la democracia sea el menos malo de los sistemas políticos. Es verdad que estos valores se aprenden mejor si los practican los políticos profesionales y los promueven los medios de comunicación. Pero la conducta de ambos no ha sido nada ejemplar (sobre todo por la derecha eterna) y el periodismo ha fallado por lo general en su misión educadora, movido ante todo por lo conflictivo, morboso y frívolo, que es lo que produce mayor venta entre un público superficial e ignaro.
La nueva asignatura no puede sustituir por ahora esa educación básica cuyos maestros han de ser los políticos y los periodistas, pero pone las bases de un futuro comportamiento cívico, democrático, patriótico de verdad, informado, responsable y participativo. Promueve el respeto y la ampliación de todos los derechos humanos y de toda minoría social; presenta el diálogo como única solución de los conflictos, la igualdad de géneros, la solidaridad sin fronteras, la paz en la justicia; combate la xenofobia y el racismo; describe objetivamente y ensalza la pluralidad política sin autoritarismos, así como la nacional, cultural y lingüística de los españoles; la laicidad del Estado y el valor de la religión, las reglas éticas entre partidos, el análisis científico de las ideologías y los deberes ecológicos; todo ello sin sectarismo ni dogmas doctrinales impuestos a los alumnos. Por eso es pura calumnia interesada alegar, como alega la jerarquía eclesiástica, que se trata de un totalitarismo moral contrario a la fe cristiana, al que incita a rebelarse por objeción de conciencia. Quien no dudó en bendecir el nacionalcatolicismo del catón franquista obligatorio protesta ahora por que se forme a la juventud en la tolerancia respetuosa. Si tal catón volviera, nada objetarían los partidarios de la antigua intolerancia. El propio presidente de la Conferencia Episcopal acaba de reconocer: "toda intervención directa de la Iglesia (en el campo del ordenamiento político y social) constituiría una injerencia indebida". Su ataque a la nueva asignatura es un ejemplo de predicar y no dar trigo, pues se justifica, entre otras sinrazones, por un supuesto atentado a la moral católica en el caso de la homosexualidad. Ahora bien, la condena de la homofobia es puro respeto cívico a la no discriminación. Respetar no es recomendar ni promover. Lo verdaderamente cristiano es esa ética de la pluralidad conviviente en la igualdad, no la de condenar inquisitorialmente todo aquello que no coincide con ciertas opiniones, harto discutibles y sin fundamento, sobre la naturaleza humana.
La crispación política promovida por cierto partido cuenta conscientemente con el pobre nivel de cultura democrática y con la ignorancia de muchos ciudadanos. Sin esas carencias ancestrales su estrategia fracasaría, como fracasa en zonas del país (Cataluña entre ellas) con mayor educación cívica. Nuestra democracia peligra y el fantasma del caudillaje mesiánico sobre un pueblo agresivo pero servil, irracional e inculto, vuelve a rondarnos como si volviéramos atrás varios siglos o tan sólo 30 años. Mientras cobra sus frutos futuros la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, al haber formado a los más jóvenes en los ideales por los que siempre lucharon los demócratas de esta desventurada patria, hagamos todos lo posible por educar a nuestros conciudadanos con la palabra y, sobre todo, con el ejemplo.

¿Qué es una rúbrica?

Una rúbrica es una herramienta de calificación utilizada para realizar evaluaciones subjetivas. Es un conjunto de criterios y estándares ligados a los objetivos de aprendizaje usados para evaluar la actuación de alumnos en la creación de artículos, proyectos, ensayos y otras tareas. Las rúbricas permiten estandarizar la evaluación de acuerdo a criterios específicos, haciendo la calificación más simple y transparente.
La rúbrica es un intento de delinear criterios de evaluación consistentes. Permite que profesores y estudiantes por igual, puedan evaluar criterios complejos y subjetivos, además de proveer un marco de autoevaluación, reflexión y revisión por pares. Intenta conseguir una evaluación justa y acertada, fomentar el entendimiento e indicar una manera de proceder con en el aprendizaje/enseñanza consecuente. Esta integración de actuación y retroalimentación se denomina evaluación en marcha. Incrementalmente, instructores que se basan en rúbricas para evaluar al desempeño de sus alumnos, tienden a compartir la rúbrica al momento de la evaluación. Adicionalmente, para ayudar a los alumnos a entender cómo las tareas se relacionan con el contenido del curso, una rúbrica compartida puede aumentar la autoridad del alumno en el aula, a través de la transparencia.


Rúbrica de la asignatura / Aspectos a tener en cuenta
No asistente.
Asequible.

Correcto pero mejorable.

Completo o Matricula.
PUNTUACIÓN.
Asistente a las clases teóricas de la asignatura.
(10% de la nota)
No asiste a clase.
Asiste de vez en cuando y realiza algunas actividades.
Asiste normalmente a clase pero ha faltado 2 o 3 días.
No falta nunca a clase.
NOTA:
Asistente a las clases prácticas de la asignatura. (10% de la nota).
No asiste a clase.
Asiste de vez en cuando y realiza algunas de las actividades.
Asiste normalmente a clase pero ha faltado 2 o 3 días.
No falta nunca a clase.
NOTA:
Calificación del Bloque 2.
(20% de la nota).
No hecha.
Hecha, pero con un 2 de calificación. Se presenta a examen.
Hecha. Con un 4 o 5  por lo cual no se presenta a examen.
Hecha. Perfecta.
Un 6.
NOTA:
Calificación del bloque 3.(20% de la nota).
No hecha.
Hecha, pero falta muchos detalles.
Hecha, pero se puede mejorar.
Hecha, está perfectamente realizada.
NOTA:
Nota del Itinerario elegido (1 o 2). (15% de la nota).
Blog o Actividades.
No realizado.
Hecho, pero le faltan muchas actividades o entradas.
Hecho pero mejorable en algunos aspectos.
Hecho, perfectamente realizado.
NOTA:
Dramatización.
(15% de la nota)
No asiste y no lo ha realizado.
Asequible, pero muy mejorable.
Buena.
Excelente.
NOTA:
Participación de clase.(10% de la nota)
No participa.
Participa muy poco.
Participa 
normalmente.
Participa siempre.
NOTA:
Puntuación  Suspenso     Aprobado         Bien              Notable         Sobresaliente       Final:             0 - 4        4,5  -  5         6               7 - 8             9 - 10

¿Qué es el Tiempo?

El tiempo es la magnitud física con la que medimos la duración o separación de acontecimientos sujetos a cambio, de los sistemas sujetos a observación, esto es, el período que transcurre entre el estado del sistema cuando éste aparentaba un estado cualquiera y varia en otro. Es la magnitud que permite ordenar los sucesos en secuencias, estableciendo un pasado, un presente y un futuro, y da lugar al principio de causalidad, uno de los axiomas del método científico.


LA ADMINISTRACIÓN DE NUESTRO TIEMPO

Expliquemos brevemente la administración del tiempo y sus consecuencias así como los beneficios que nos puede aportar:
 La Administración del Tiempo “es el arte de hacer que el tiempo sirva para el beneficio de las personas y de las sociedades”. Como el tiempo no existe en sí, la administración del tiempo es la administración de sí mismo; el manejo adecuado de los recursos en todo orden, ya que no hay una sola realidad que se sustraiga al tiempo. El tiempo es una constante. Una medida de intervalos. Independientemente de quiénes somos o qué estamos tratando de lograr, el tiempo continúa moviéndose al mismo ritmo.
Administrar el tiempo realmente significa administrarnos nosotros mismos, de tal manera que podamos optimizar el tiempo que tenemos. Significa conducir nuestros asuntos dentro del tiempo disponible para que podamos lograr resultados más eficaces. Debe tenerse en cuenta que la eficacia es más importante que la eficiencia. La meta debe ser el logro de objetivos, no simplemente estar ocupada.
En vista de que no podemos incrementar la cantidad de tiempo que recibimos, la calidad del tiempo se convierte en la única variable. Tu tiempo es tuyo y no pertenece a nadie más. Sólo tú puedes mejorar la calidad de tu tiempo. En última instancia, usas tu tiempo como lo deseas.
Para poder administrar el tiempo hay que evitar los ladrones de tiempo. A) Las excusas. Todos nosotros tenemos cierta satisfacción cuando damos a nosotros o a alguien que nos escuche, explicaciones lógicas que justifiquen posponer aquello que planeamos. B) Las lamentaciones. Nada nos hace desperdiciar más tiempo de lo que las horas que dedicamos a lamentaciones inútiles.
Los principales desperdiciadores de tiempo son: 1. Excesivo flujo de papeles; 2. Muchas llamadas de Teléfono. 3. Visitantes inesperados. 4. Reuniones. 5. Fallas de comunicación. 6. Políticas y procedimientos. 7. Información. (Falta o exceso).
Ahora veamos algunas citas de como se han preguntado algunos autores sobre, ¿Qué es el tiempo?
Ante esta pregunta me encuentro tan perplejo como San Agustín, cuando decía: “Si nadie me lo pregunta, lo sé, pero si me lo preguntan y quiero explicarlo, ya no lo sé”. Todos experimentamos lo que es el tiempo, pero realmente no es nada fácil de entender; y por supuesto, no es nada sencillo imaginar un mundo sin él, ya que sería un mundo sin presente, sin movimiento, sin reposo… De hecho, para Kant el tiempo es condición necesaria para todo lo que conocemos, un a priori, sin el que nada sería posible. Ser es ser en el tiempo.
Pero, ¿qué es el tiempo? Podríamos decir que el tiempo es la sucesión de pasado, presente y futuro. Pero lo curioso es que ni el pasado, ni el futuro son… Sólo nos queda el presente, un instante que no deja de dejar de ser y que continuamente desaparece entre dos nadas, sin casi duración.
Pensemos en el presente, lo que hacíamos hace apenas un instante ya es pasado y ya no es, sólo existe como recuerdo. Pero lo fascinante es que el tiempo no deja nunca de fluir, ese es el gran misterio: el presente deja continuamente de ser, sin por eso desaparecer. Es decir, deja de ser, pero sigue siendo. Un flujo eterno, que desaparece en un pequeño instante… imposible de aprehender.
Hablemos del futuro: ¿qué es el futuro? Nada real, una mera posibilidad que simplemente no es. Podemos ir todo lo rápido que queramos, pero nunca saldremos del presente, ni por supuesto, del tiempo.
Decía también San Agustín que si el presente no se convirtiera en pasado, no sería tiempo, sería la eternidad. Y se preguntaba: si el presente, para ser tiempo, ha de convertirse en pasado, ¿cómo podemos decir que es si sólo puede ser cesando de ser? De alguna forma San Agustín presuponía que tiempo y eternidad son incompatibles, y me pregunto: ¿realmente son incompatibles? No tengo respuesta alguna.
Imaginemos por un momento un universo sin vida de ningún tipo ¿Qué sería el tiempo? Un presente sin pasado y sin futuro, en el que sólo tiene sentido el concepto de espacio. Entonces me pregunto: ¿Existiría el tiempo si no existiera el hombre? ¿Es el tiempo parte del mundo o por el contrario sólo existe bajo el paraguas de nuestra subjetividad?
Para finalizar otra pregunta: ¿Cómo impacta la teoría de la relatividad de Einstein en nuestra concepción del tiempo? No soy un experto en el tema, pero diría que no impacta demasiado, ya que en esencia nos viene a decir que el tiempo depende de la velocidad y de la materia; pero de momento no es posible que sea lo que fue o que sea lo que todavía no es. Lo que sí cambia la teoría de la relatividad es nuestra concepción de la longitud del tiempo. El ejemplo de los gemelos de Langevin lo confirma: si uno de los gemelos se queda en la tierra y otro hace un viaje por el espacio a una velocidad cercana a la de la luz, al regresar el astronauta sólo habrá envejecido unos meses, el que se quedó en tierra varios años. La conclusión a la que llega Einstein es que el tiempo varía en función de la velocidad, no hay un tiempo universal y absoluto, sino tiempos relativos capaces de dilatarse más o menos según la velocidad de movimiento del sujeto. Lo más alucinante es que ninguno de los dos gemelos habría abandonado el presente un solo instante…


Hay quien dice que el tiempo no existe:

Algunos contenidos o citas son escogidos de internet.


UN DIA CUALQUIERA COMO SECRETARIO

Hola me llamo Iván Hoyos González tengo 35 años, estoy casado y tengo dos hijos de 8 y 10 años de edad. Vivo en Sevilla en el Pedroso y estoy muy cerca del colegio, a unos 10 minutos andando y unos 3 minutos en coche. En el centro trabajo como secretario entro a las 7 y media de la mañana y empiezo con todo el papeleo del día a día. A medida que organizo todas las gestiones del centro, además participo en el desarrollo de las funciones del equipo directivo. Llevo el seguimiento del régimen administrativo y económico de este centro, con las diferentes instrucciones que me de la Dirección y realizo día a día la contabilidad, además de rendir cuentas ante la autoridades correspondientes. Ser secretario del Centro es realmente agotador y es que, también controlo y gestiono todo el papeleo que me asignen. Custodio actas, libros y archivos del centro docente y expedir, con el visto bueno el titular de la Dirección, las certificaciones que soliciten las autoridades y los interesados/as. Llevo al día el inventario general del Centro y lo mantengo actualizado cada día, así como ocuparme del mantenimiento y conservación de las instalaciones de equipamiento escolar de todo el Centro. Así es mí día a día como secretario de este Centro un cargo agotador pero la verdad es que estoy totalmente acostumbrado a desempeñarlo.
 Aparte de mis funciones como secretario también doy clases a los niños de Infantil de 3-4 años de edad, en estas clases como profesor de educación infantil, día tras día, me planteo el tipo de actividades que debo poner en práctica para mantener la motivación y el interés en mi grupo de alumnos y alumnas. Los proyectos me ayudan a potenciar ciertas actitudes y a desarrollar determinadas habilidades en los niños y niñas. Los ayudo a conocerse a ellos mismos, a tener autonomía personal, tener un conocimiento del entorno y sobre todo a que desarrollen su comunicación en grupo.

VÍDEO DE PRESENTACIÓN